lunes, 3 de octubre de 2016

Bólido, por Roberto Bolaño




El automóvil negro desaparece 
en la curva del ser. Yo 
aparezco en la explanada: 
todos van a fallecer, dice el viejo 
que se apoya en la fachada. 
No me cuentes más historias: 
mi camino es el camino 
de la nieve, no del parecer 
más alto, más guapo, mejor. 
Murió Beltrán Morales, 
o eso dicen, murió 
Juan Luis Martínez, 
Rodrigo Lira se suicidó. 
Murió Philip K. Dick 
y ya sólo necesitamos 
lo estrictamente necesario. 
Ven, métete en mi cama. 
Acariciémonos toda la noche 
del ser y de su negro coche.








Tomado de "Los Perros Románticos" (1993)

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