SANTA
MÓNICA
Luce
como el océano mismo
pero
es Santa Mónica —no el nirvana
sentado
entrecerrando
los ojos al amanecer de un motel de 40 dólares por día
al
lado del mar
todos
los gastos pagos por la chica que ronca detrás de mí
que
compró las bebidas de anoche
después
leí algunas cosas de mis últimos diez años en un cuaderno
manchado con vino
y
una
vez más
tuve
mucho éxito haciendo el papel de un escritor de verdad
mi
mierda —notablemente— incluso suena como yo
antes
de que perdiera mi musa
y
me convirtiera en un desesperanzado idiota-desconocido-sin
talento-retardado
de
mierda
con
un tren de carga que ruge a través de mi mente
persiguiendo
la ridícula y perdida idea de la perfección literaria
Pero
te advierto
soy
como un Ford 1985 abollado
con
un radiador arruinado,
un
parabrisas agrietado,
y
tres llantas lisas
yendo
a toda velocidad por la 405
No
trates de humillarme, de pasarme o engañarme
porque
—mirá
cuando
estoy acorralado
puedo
escribir como un gin-meando-carne-viva-carburador-V8-
dual-hijo
de puta
incluso
en Los Ángeles
.
Conocí
al más miserable
bastardo
y hambriento gato
mientras
estaba sentado con un libro
en
un banco
fumando
medio paquete de Luckies
en
Venice Beach*
Me
vio y se acercó
blanco
sucio
con
un ojo verde
y
otro ojo amarillo
y
un corte fresco en su oído lleno de cicatrices
Enojado
como un lobo herido
mantuvo
su distancia
y
su mirada decía, dame de comer o andáte a la mierda
el
banco en el que estás es mi territorio
Lo
que él no sabía era que yo también estaba desesperado
y
loco
y
lo que el vacío y la soledad y la rabia pueden hacerte cuando no
tenés
más que dolor en tus bolsillos y tu casa es un Pontiac de 1978
reventado
y estancado en un callejón al oeste de Los Ángeles y la
voz
en tu mente está taladrándote y matándote aún más cada
día
y te levantás y tomás más vino de pis de rata para protegerte
de
una locura inmediata y dios se convierte en un tipo que aparece
del
7-11 ofreciéndote la miseria de otra maldita jarra y el miedo
es
tu mejor sentimiento y el amor es muerte y todo tiempo es
muerte
y hasta tus ojos apestan y tus tripas están hinchadas con
los
gritos de aquellos a los que odiás y la única cordura real que
existe
puede encontrarse en el pequeño milagro de meterse de
nuevo
otro trago
Eso quiere decir que el gato blanco no supo que yo también
nnnnhabía sido cortado
con la misma tijera
la única diferencia entre nosotros
son diez años y una máquina de
escribir
.
LOROS
Otra
vez quebrado
y
descuidado
y
con la esperanza de garronear un mes gratis en Malibú
descubrí
que ahora hay loros silvestres que se reproducen en Point Dume
En
Malibú
Grandes
verdes
y ruidosos hijos de puta
riendo
en lo alto de los árboles —siguiéndome por el camino en la tarde
de
sol desde la autopista
charlando
sin sentido como una orquesta de animado caos
Esta
vez estoy volviendo a casa con todo lo que tengo en una bolsa de plástico
junto
con mi máquina de escribir y mi gusto por la ginebra
Mamá
abrió la puerta
y
sonrió cuando me vio
y
esa
noche nos reímos de los loros y hablamos incesantemente
acerca
de
Dickens y Rupert Brooke y Millay
y
de ese plomazo de T.S. Eliot
Y
me fui a la habitación de invitados
borracho
de gin gratis
triste
por el fantasma desvanecido de mi padre
y
agradeciendo a Jesús que había una persona con vida
que
todavía iba a escuchar mis
pelotudeces
.
Cuando,
a la edad de cuarenta y cinco años,
empecé
a escribir seriamente,
había
estado tres años sin beber alcohol
y
finalmente podía sentarme solo en un cuarto sin un intento
de suicidio
me
puse un objetivo —una página al día
llegaba
a la casa de mi mamá de la reunión del mediodía de
Alcohólicos Anónimos
y
escribía mi página diaria
buena,
mala o indiferente
así
es cómo empecé
una
página al día
todo
lo que tenía a mi nombre era mi rabia
y
la vieja y temperamental Smith-Corona portátil de mi padre
nada
más —nada que perder
sin
apartamento
sin
perspectivas de trabajo
un
pedazo de mierda de coche usado de siete cilindros
cincuenta
dólares a la semana como limosna de mi mamá
y
mi
imaginación
y
un
deseo —de ser un buen escritor
ahora
—once años después— nadie puede callarme
.
7-1-93
Por
mucho tiempo existí
en
la oscuridad
prefiriéndola
sin
la necesidad de hablar mucho o desear amigos
fue
fácil
cada
atardecer llegaba y firmaba la salida, recogía mi taxi,
después
seguía a la noche
para
sentirme libre
desconectado
año
tras año
a
salvo en una nave espacial vagando
a
través de barrios sin rostros ni nombres
la
paz me sostuvo
así
que pude aprender a sentirme separado del dolor y la necesidad y el juicio
y
dejar que las mojadas y dulces calles chuparan mi mente limpia
como
una amante
En
esas miles de noches en Nueva York no fueron escritas grandes obras
ni
se ganaron o perdieron fortunas
pero
mejor
que nada
en
soledad
conseguí
ser salvado
rescatado
de
una noche de dolor interminable
.
A
Mark
Caminar
sólo con palabras
y
libros
como
si fueran tus amigos
soñar
los sueños de los santos anormales escritores muertos
que
vinieron
antes que vos
y
ahogaron el dolor de sus corazones puros
en
tanques de gin
como
un azotado
gato
no querido
Abrazar
al egoísmo
y
al desempleo
fumar
millones de cigarrillos sin filtro
y
pegar tu culo desesperadamente
al
peor borracho puto drogadicto
que
estaría dispuesto a comerciar tus bolas en un instante de Nueva York
con
el chico del final de la barra
de
cara poceada
y
un
billete de cincuenta dólares
No
seas valiente
recordá
que todos los hombres son tontos
y
mentirosos
prisioneros
sin alma de su propia necesidad manchada con sangre
y no perdones
nada
Entonces
tal vez un día
al
igual que yo
con
tus pies doloridos y tu cráneo abierto de la fiesta de la noche
anterior
vas
a patear una caja
o
dar vuelta una página
y
encontrarte cara a cara
con
los ojos
borrosos de dios
* Venice es un distrito de Los Ángeles, California.
Tomado de: Dan
Fante, “Un gin -meando- carne- viva- carburador- V8- dual- hijo- de- puta de Los Ángeles: poemas recobrados 1983-2002”, Buenos Aires Poetry, 2015. Traducción y notas: Juan Arabia.
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